Guía para cuidadores

Necesitas paciencia y empatía para tener éxito como cuidador, pero no necesariamente experiencia médica. La mejor forma en la que puedes ayudar a tu ser querido es respondiendo a sus necesidades. Tal vez esas necesidades no siempre estén relacionadas con la salud.

Crear un plan de salud para mantener tus tareas de cuidado organizadas es una buena idea. Usa el plan para evitar fallas en el cuidado y reducir el estrés y la incertidumbre que algunas veces surgen cuando se cuida a un ser querido de tiempo completo.

Puedes manejar el estrés de manera efectiva como cuidador. Comienza con identificar las causas de tu ansiedad y otros disparadores, y luego prueba distintas cosas para aliviar esos momentos estresantes.

Encuentra el equilibrio adecuado entre las tareas de cuidado y tu trabajo. Trabajar con tu empleador y conectarte con una red de ayudantes te ayudará a evitar hacer malabares con tus compromisos laborales y de cuidado.

Encuentra ayuda en organizaciones y grupos de apoyo que se centran en las tareas de cuidado. Comparte experiencias con otras personas y recibe apoyo personal. Tu comunidad de cuidadores también puede hacerte conocer el financiamiento que puede ayudarte financieramente como cuidador.

Conoce formas rápidas de poder manejar mejor tus responsabilidades como cuidador.

Tu vida cambia cuando te conviertes en un cuidador de tiempo completo. Y la vida de tu ser querido también. Usa estas habilidades para sobrellevar los desafíos que vendrán.

Maneja tus tareas diarias con un plan paso a paso que incluya registros y cronogramas. Simplificará mucho la experiencia de brindar cuidado.

Tu experiencia como cuidador puede provocar una variedad de emociones. Tómate el tiempo para entender tus desafíos emocionales y pon a prueba todas las formas positivas de encontrar tranquilidad.

Puedes manejar el estrés de manera efectiva como cuidador. Comienza con identificar las causas de tu ansiedad y otros disparadores, y luego prueba distintas cosas para aliviar esos momentos estresantes.

Como cuidador, podrías ser testigo de los cambios en la salud y el comportamiento de un ser querido a medida que pasa el tiempo. A veces, la transformación requiere ajustes en la forma de cuidarlo. También tendrás que asimilar tus propias emociones con relación a los cambios en su bienestar.

Tal vez tengas que hacer algo más que ofrecer cuidado físico diario. Algunas veces también tienes que ocuparte de manejar asuntos personales, como el seguro médico.